La paradoja del trauma es que tiene el poder tanto para destruir como para transformar y resucitar
Peter Levine
La supervisión tiene un papel vital en el mantenimiento de una práctica psicoterapéutica ética, saludable y exitosa. Inicialmente suele ser un requisito al aprender un enfoque terapéutico particular, pero más adelante evoluciona hacia una necesidad propia del terapeuta. Al menos esa fue mi propia experiencia.
La supervisión ofrece perspectivas frescas, direcciones y soluciones nuevas, actúa como una comprobación de seguridad y brinda un espacio de apoyo y alivio para los casos que en ocasiones pueden resultar abrumadores. Por ejemplo, un año de supervisión con un especialista en adicciones y adolescencia (ámbitos en los que no tengo formación especializada) sigue enriqueciendo mi práctica hasta el día de hoy.
Ofrezco supervisión tanto en entornos individuales como grupales, en línea y presencial (en Barcelona). La perspectiva que puedo aportar a sus casos es la del trauma: comprender cómo los eventos o patrones de desarrollo pasados afectan las dificultades actuales de sus clientes. Juntos, podemos adaptar creativamente las herramientas que ofrezco a su enfoque terapéutico específico.