Dime lo que temes y te diré lo que te ha sucedido.
Donald Woods Winnicott
Encontrar y dominar enfoques de terapia con perspectiva del trauma fue un giro transformador para mí como profesional. Estos métodos permiten a mis clientes ir más allá de la comprensión o entreno de habilidades hacia el cambio de los patrones que habían creado complicaciones actuales.
Esto es posible porque el sistema nervioso humano tiene la capacidad innata de procesar las experiencias de la manera más adaptativa, al igual que nuestro sistema digestivo lo hace con los alimentos.
Cuando este proceso natural se ve interrumpido por experiencias abrumadoras, se puede resultar en trauma. Y existen diferentes herramientas que nos permiten acceder a esos fragmentos pesados de experiencia no procesada y reiniciar la “digestión” de la información.
En mi trabajo, combino varios enfoques diferentes según las necesidades y ritmos de cada cliente.
Al igual que en la terapia más tradicional, comenzamos teniendo varias sesiones para conocernos, comprender el contexto de vida del cliente y establecer posibles vías de tratamiento.
Desde el principio, introduzco ejercicios y prácticas diseñados para ayudar al cliente a regular su sistema nervioso a diario. Luego avanzamos en la tarea de procesar las experiencias pasadas que son claves en los síntomas presentes, trabajando en su integración de la manera más adaptativa posible.
Por lo general, comenzamos desde el pasado, ya que es donde suelen formarse los patrones de comportamiento, creencias y emociones. Luego, si es necesario, abordamos cuestiones presentes no resueltas y preparamos para los futuros desafíos.